Los empaques de larga duración protegen los alimentos y bebidas que contienen y, una vez usados, se pueden preparar para ser reutilizados. Cada Tetra Pak está compuesto con cerca de 70% de cartón, así como 25 de plástico y el restante 5% de aluminio, todo rescatable.
Los envases de Tetra Pak son muy populares, debido a que garantizan el almacenamiento y durabilidad de productos como jugos, lácteos, cremas y una gran cantidad de presentaciones de bebidas. La industria alimenticia genera millones de toneladas de residuos cada año, especialmente, por los empaques, de allí que los planes de reciclaje se enfocan mucho en este aspecto.
Muchas empresas fabricantes se esfuerzan para crear alternativas que sean más amigables para la naturaleza y allí entra el Tetra Pak o tetrabrik, debido a que son empaques totalmente amigables con el medio ambiente al estar compuestos completamente con materiales reutilizables.
Reutilizar cada compuesto
En el proceso del tetra pak reciclaje se aprovecha cada capa que lo compone: aproximadamente 70% de cartón, 25% de elementos plásticos (polietileno) y el resto de aluminio. El cartón de los empaques proviene de fibras de madera que pueden reciclarse en repetidas ocasiones.
Cada componente es fundamental para proteger los líquidos y alimentos envasados para que se conserven en perfecto estado hasta por seis meses sin que haga falta conservantes o refrigeración.
Los preparados pasan por procesos para resguardar el valor nutricional y el sabor, son cómodos y fáciles de transportar y todo el envase, en forma de caja, permite promover la marca.
El cartón lo hace robusto, el aluminio ofrece una barrera que impide el paso de la luz y el oxígeno, además de varias capas de polietileno intercaladas, impermeabilizan el envase y resguardan el producto de la humedad y agentes contaminantes.
Algunas empresas que utilizan los tetrabriks para presentar sus productos, promueven prácticas de reciclaje y programas de recuperación de estas cajas de envasado de larga duración.
El reciclaje transforma los Tetra Pak en objetos de uso muy diverso, no para envasado de alimentos. Se transforma generalmente en cuadernos, láminas aglomeradas, pallets, afiches, entre otros productos similares.
Proceso de reciclaje
El proceso de reciclar un envase de Tetra Pak comienza luego de consumir el producto, se deja escurrir el líquido que queda, se enjuaga con agua y se pone a secar. Se retira la tapa y la pajilla, en caso de tener, y se desdobla, al separar los puntos de sujeción.
El segundo paso implica juntar las piezas y compactar, se forma un rectángulo aplastado para llevarlo al contenedor, también se puede abrir completamente el empaque.
Existen algunas dudas sobre dónde van los empaques briks entre los contenedores de reciclaje, debido a que tienen papel, plástico y aluminio. En España se destinan los contenedores amarillos para depositar los briks, destinados a botellas, metálicos, latas y envases plásticos.
En aquellos sitios donde no hay contendores amarillos, se pueden colocar los briks separados en bolsas para ser llevados a centros de acopio.
Cada uno de los envases que se colocan en los contenedores amarillos pasan un proceso de selección, se retiran los materiales que no son recuperables y aquellos que sí, se llevan a la respectiva planta recicladora. Se separan en metales y aceros, plásticos o cartones, así como por colores.
Hay dos maneras de reciclar el Tetra Pak, en uno de los procesos se separan los tres componentes básicos por medio de la agitación mecánica, por un lado, el cartón, otro el aluminio y el polietileno. Y cada elemento se reutiliza.
El material de papel extraído de seis tetra briks permite fabricar seis cajas de zapatos, también se emplea para fabricar bolsas de papel o cartones de huevo, láminas, entre otras opciones. Con el plástico y el aluminio se pueden crear tejas, o losetas.
El otro proceso para reciclarlos es por medio de la trituración de grandes cantidades de empaques briks que una vez destrozados se pasan por grandes temperaturas para fundir los elementos. Este material se puede aglutinar para crear láminas paracaídas a los conglomerados de madera. Se emplean para diferentes sectores, incluyendo, material para construir viviendas.