Los adultos mayores pueden ser dependientes o totalmente independientes, pero lo que queda claro es que necesitan de mayores cuidados en esa etapa especial de su vida. Muchas veces podrán hacerlo los propios familiares, otras veces demandarán de servicios especializados. En todo caso, la importancia del cuidado es inocultable.
El cuidado de personas mayores es una prioridad, como actividad; y es una bendición, como servicio especializado. Es una labor encomiable e importante que se debe llevar a cabo con un nivel de atención muy elevado, producto de las necesidades de la etapa que los mayores comienzan a vivir y donde las carencias, la dependencia y la paciencia son términos habituales.
Estar a disposición es lo más importante
Más allá de lo importante que sea el cuidado de adultos mayores al uso, que lo es y nadie puede negarlo, lo más importante en esa etapa de la vida de las personas es tener alguien a disposición, en ocasiones para recordarle el momento indicado para hacer ejercicio o tomar sus medicamentos; pero en otras ocasiones sencillamente para que no se sientan solas o aisladas, teniendo con quien conversar, a quien contarle algunas anécdotas de la vida o con quien compartir un té, un café a media tarde y, en fin, sentirse plenos.
Es por esa razón que los servicios de cuidado de personas mayores a domicilio han cobrado especial relevancia en los últimos tiempos, porque las estadísticas no mienten y más del 85% de las familias quisieran que los adultos mayores pasarán toda esa etapa de la vida en la vivienda familiar, y nunca fuera de ella en una residencia de ancianos o geriátrico, tanto por los costes asumidos como por el cambio traumático que todos experimentarán, tanto el anciano -el más perjudicado- como los familiares.
Contratando a un profesional que se haga cargo de estar a disposición y, con ello, de brindar todos los cuidados, la compañía y las amenidades que requiera para un desenvolvimiento pleno, la familia estará tranquila siempre y cuando no pueda garantizar por cuenta propia todos los cuidados al adulto mayor, pero sin tener que enviarlo a un lugar lejano a la vivienda familiar.
Garantizar una calidad de vida plena
Es cierto que algunos adultos mayores requieren de atención especializada y por profesionales con preparación exclusiva en ese campo porque tienen patologías neurodegenerativas o degenerativas del sistema psicomotor que hacen que sea complicado garantizarles una calidad de vida plena, por parte de la familia, ya que el tiempo a dedicar es sinónimo de una atención exclusiva y permanente, no siendo a veces compatible con el ritmo de vida que llevan muchos integrantes del círculo familiar.
Pero en la mayoría de los casos no es así, y lo que se requiere y se busca en esos profesionales con alto grado de preparación, que se pueden encontrar y contratar a través de una agencia de cuidado de personas mayores -con las ventajas de no tener que ocuparse de los trámites, de dar de alta en Seguridad Social o de escoger paso a paso al profesional perfecto-, es que puedan garantizar una calidad de vida plena de acuerdo a sus limitaciones, gustos, preferencias, intereses, patologías y demandas familiares y del propio adulto mayor.
En tal sentido, para garantizarlo, además de la preparación que ya tienen y que les será de utilidad para cuando necesiten acudir en la ayuda para las tareas diarias, solo bastará la planificación de actividades, el conocimiento del historial médico y las necesidades de medicamentos o de ejercicio físico o mental; la adaptación de la dieta y del hogar para la seguridad y comodidad del adulto mayor, y con ello estos profesionales podrán desarrollar rutinas y cuidados que favorezcan a la independencia del anciano, a mantenerlos física y emocionalmente activos, con lo que se estarían logrando los objetivos que todo familiar quisiera ver realizados en sus adultos mayores, aun cuando por cuenta propia existan limitaciones de tiempo para darle los cuidados necesarios.
